Lo principal y lo más importante es buscar un buen profesional, asegúrate que sea un Dietista-Nutricionista, diplomado o graduado, también puede ser un técnico superior en FP Dietista-Nutricionista

  1. Ponerse un objetivo cercano y realista: Márcate un objetivo realista y fácil de conseguir. ¿Cómo? Buscando un método que te permita bajar de peso y luego mantenerlo sin comprometer tu estado de salud. ¿Cuál es el mejor método que te propongo?Cambia de hábitos y aprende a comer de una manera más saludable, adapta una alimentación o estilo de vida más saludable a tu situación o vida personal. Verlo desde esta perspectiva te ayudará a sentirte más motivado.

  2. No te obsesiones por el peso: “La mejor bascula es la ropa”. Debes valorar tu evolución con datos más objetivos como pueden ser la ropa, el que te puedas poner un pantalón que antes no te entraba, sentirte más ágil y ligero.El valor del peso varía mucho dependiendo del momento en el que te peses, las condiciones, la cantidad de agua que hayas bebido, el alimento que hayas consumido, la regularidad de tu tránsito intestinal, el ciclo hormonal en el que te encuentres e incluso el nivel de estrés que tengas actualmente. Puedes tener un control del peso, para ver evolución, pero que no sea diario ni el único parámetro a tener en cuenta.

  3. Distribuye tu ingesta en varias tomas a lo largo del día: El error que se tiende a cometer es pensar que cuantas menos calorías se ingieren mejor. Dejar de desayunar o irse a la cama sin cenar no ayuda, al contrario, tal vez te estará alejando sin darte cuenta, de tu objetivo. Ya que si pasamos muchas horas sin comer puede aparecer ansiedad o hambre voraz que nos predispone a consumir alimentos poco saludables.El número de ingestas recomendable al día variará en función de nuestro horario, costumbres y estilo de vida, pero la recomendación general es hacer más de 2-6 ingestas diarias, esto será siempre evaluado individualmente.

  4. Aprende a quererte, tú decides en cada momento: El saboteador es esa parte de ti que te debilita poniendo excusas para no hacer algo que quieres o tienes que hacer.
    Hay que aprender a decir que no pero también hay que aprender a comer por decisión propia, con conocimiento de causa y no por inercia, no porque la situación te lleve a ello, ni porque el entorno te propicie a ello.

    Lo ideal es aprender a tomar la decisión que más te apetece a ti, a veces caer en la tentación es la mejor forma de liberarse de ella…eso no te va impedir seguir en el cambio. 

  5. Incluye el ejercicio y la actividad física en tu rutina diaria: realiza ejercicio como una rutina diaria, subir escaleras, aparcar el coche lejos al llegar al trabajo, cualquier pasito más será positivo.El ejercicio físico solo NO ayuda a perder peso si igualmente comes más calorías de las que gastas. La práctica de ejercicio físico de manera regular te ayudará a perder grasa corporal, evitará la adaptación del cuerpo a la pauta y sobre todo mejorará tu forma física y tu salud, ya que además, el ejercicio genera endorfinas y aporta bienestar.Busca un deporte que te guste, que disfrutes y que no te suponga esfuerzo introducirlo en tu rutina diaria.

  6. Planifica tus comidas: Realiza una planificación semanal de tus comidas y en base a ello, realiza la lista de la compra. Si la compra no está planificada, es muy probable que acabes comiendo o picando cualquier cosa, que perjudique la calidad de tu alimentación y dificulte la bajada de peso.La presencia en casa de alimentos no saludables aumenta la posibilidad de fracaso, por lo que podría decirse que es un factor determinante del éxito a corto y a largo plazo. ¡Anímate a probar cosas nuevas! No es solo la frecuencia de consumo de los diferentes alimentos lo que marca la variedad y la diferencia en tu alimentación diaria sino la forma de comerlos y preséntalos. Te permitirá disfrutar más del cambio que estás haciendo.

  7. Utiliza el método del plato: A la hora de planificar tus comidas y cenas te aconsejo que tengas presente el método del plato que te ayudará a asegurar que sean equilibradas, varias y a delimitar cantidades.

    Dar preferencia siempre, con la mitad de tu plato, a los vegetales tanto crudos como cocidos. Con las ensaladas la cantidad ingerida no suele ser suficiente, por lo que además no debes olvidarte de consumir también verduras. Un cuarto de plato deberá ser proteínas en forma de huevo, carne, pescado, marisco, proteína vegetal o legumbre y el otro cuarto de plato deberá estar compuesto de hidratos de carbono como pasta, arroz, patata o pan. El postre puede ser una pieza de fruta o un postre lácteo.

  8. Prioriza el consumo de agua ante otro tipo de bebidas: Es el componente principal de nuestro organismo. Mantener un buen estado de hidratación es muy importante y se recomiendan beber de 1,5 a 2 litros de líquidos al día. Además de ser el mejor recurso para saciar nuestra sed, puede servirnos para controlar el impulso del hambre al contribuir a sentirnos más saciados durante el día.
  9. Sé constante y perseverante con tu objetivo: No te rindas ante el menor fracaso en la pauta. Piensa que es un cambio de hábitos lo que estás haciendo por lo que no debes exigirte hacerlo perfecto sino mantenerlo en el tiempo e ir haciendo pequeñas mejoras. Cualquier avance en tu conducta, en tu manera de comer, es un avance hacia tu objetivo que te va a permitir conseguirlo y sobre todo, mantenerlo.
  10.  Cuida tu tiempo libre, tu tiempo, tu descanso y quiérete mucho: Haz actividades que te resulten placenteras y que te ayuden a evadirte de los problemas y a liberar estrés. Si tu vida está llena de cosas agradables, no necesitarás comer para liberar tu estrés. Además, vivir sin tanto estrés es el secreto de una mejor calidad de vida.

No esperes más, comienza a realizar estos cambios y te encontrarás mucho mejor 

Noelia del Monte ☺